Aquí estamos otra vez, y van dos años seguidos. ¿quién nos lo iba a decir hace año y medio? Yo, si me lo permitís, nunca he dejado de soñar en que sabría de vosotros, pero claro, la circunstancia es distinta. El año pasado mi viaje a Barcelona fue un “volver a casa” 25 años después. Un cuarto de siglo alejado de una ciudad que ya veía como algo lejano, de unos amigos que dormían en mis recuerdos, de unos compañeros de clase que moraban en mi corazón y de unos sentimientos que creía extintos o en todo caso una ensoñación quimérica. Volver a encontrarnos no nos va a devolver a esos años, ni Dios lo quiera que estamos estupendos así, pero sí nos va a rebrotar el espíritu que el azar quiso crear entre todos. Sí, por que no sé otras clases pero la nuestra fue una clase en la que todos nos llevábamos bien. Éramos unos niños bien avenidos, de otra manera la señorita Carmen no hubiese permitido que su hija Imma estuviese con nosotros, o Alberto Catena cuya tía nos dio clase. Éramos, en efecto, un grupo bien avenido. No recuerdo una pelea en clase, por más que me esfuerzo no recuerdo puñetazos, patadas o algo. Sí recuerdo los grupos pero luego no había problema en que unos y otros nos mezcláramos. Tampoco éramos unos niños “extraordinarios”, es decir, poníamos motes, nos cebábamos con el que podíamos y hacíamos trastadas. El Fuentes y un servidor éramos los más trastos. Bueno con permiso del Cuenca, vaya pieza.
Volver a ver vuestras caras, esos rostros que se iban difuminando en mi memoria, es ir a otro mundo igual de maravilloso. He tenido unos 40 años de vida tan buenos que me da miedo afrontar los cuarenta que deberían quedarme por vivir. No puede ser todo tan bueno. Pero bueno, esto es lo que viene a la cabeza ahora que estamos juntos. Ver esa foto que Silvia me mandó y en la que falto yo por tan solo unos meses, me supuso unas emociones tan bonitas que eternamente le estaré agradecido. El primer contacto con Imma fue tan maravilloso, me trajo tantos recuerdos que me devolvió de un golpe toda mi memoria que estaba dormida. El abrazo con Francesc de quien siempre me he acordado, volver a ver al Vila, Dios el Vila, tan tranquilo y llevándose bien con todos, con esa pinta de surfero imperecedero, Comprobar que el Peña, además de jugar al fútbol de puta madre (aún recuerdo que cuando hacíamos los equipos siempre escogíamos al Peña, el Mario y el Valentín) mantiene un espíritu bailón incombustible, Volver a ver esa sonrisa pícara del Postigo y ver que es un empresario sensato, con ese acento tan andalú, la carta que hace milquinientos años le mandé a Jaime y que hace poco me reenvió por mail para que la leyera, las manos y la cara bonachona de Pedrola tan noblote como siempre pero testarudo como él solo, así lo recuerdo: cabezón cabezón, las rarezas de
Y este año quiero que mis últimas palabras sean para las niñas, por que eso es lo que son: niñas. Han sabido mantener su amistad a pesar de los años. Pero no se amedrentan por el hecho de ser minoría en nuestras reuniones, ni hablar. Este año además hemos de cuidar de Imma especialmente, dura y siempre dispuesta a agradar a todos, necesita que la mimemos por que se lo merece y por que es una persona espectacular y una amiga sincera, Silvia que mantiene vivo ese espíritu juvenil, que es todo energía positiva y saber agradar, tan vivaz y locuaz y Cristi que este año, ensoñando como yo el año pasado, se decidió a averiguar y “oh la la”, ahí estábamos, con fotos del encuentro, todos juntos. Casi cada día hablo con ella, ya nos hemos puesto al día y creo que también ocupa un lugar importante en mi corazón así que os recomiendo que os abráis. Estas tres niñas dan tanto que no sé si podré recompensarlas de alguna manera, creo que mi afecto y amistad no es suficiente así que tendréis que echarme una mano.
En definitiva, que disfrutemos
Us estimo.
5 comentarios:
Hola Emilio, mientras leia tus palabras, me he transportado muchos años atras y me he visto en el Emilia recordando a los amigos, los profes, las salidas, el fin de curso...,
Me he emocionado mucho, y desde aqui quiero agradecerte estas lindas palabras merecedoras de una buena persona como tu eres.
Que sigas siendo tan feliz como estos 40 años pasados con todos los tuyos, gracias por dejarnos leer y disfrutar esa enorme sensibilidad que tu posees.
Un beso enorme.
Araceli.
Favor que me haces Araceli, esto no es nada, es un poco lo que todos sentimos pero como yo perdí el ridículo haciendo la mili pues me pongo y lo escribo, no tiene mérito ninguno y ni mucho menos soy una buena persona, una persona normal, como todos, que sabe elegir a sus amigos. Tu eres una de ellas. Un beso enorme.
Guapa
Emilio
Emilio eres un crac... que se me cae la lagrimilla, leche!
Lo dicho, nos vemos MUY PRONTO!
Un abrazote!
Marco.
Chicos, Hay alguien ahí?
Hola !!!
Que sorpresa ver a mis compis después de tanto tiempo.
Un besote, soy Edu , Eduardo costa.
Publicar un comentario