martes, 17 de febrero de 2009

Localizar compañeros, encontrar amigos. Todo unido.

Anoche me dieron las tantas hablando con Silvia. Es curioso lo que puede llegar a hacer la distancia y una conexión ADSL. Pero lo más curioso es que Silvia y yo dejamos de vernos en 1983, cuando apenas teníamos 13 años, bueno ella es más pequeña unos meses por lo que casi no tenía esa edad. Desde entonces nos han pasado muchas cosas a ambos. Hemos tenido parejas, hemos tenido trabajos, hemos fracasado en nuestros estudios y luego hemos resurgido como el dichoso Ave Fénix para triunfar, primero en los estudios y luego en el trabajo. Hemos peleado la vida, a golpe de palos duros, hemos sido madre y padre, dos veces y hemos evolucionado como personas, viscerales y mediterráneas.

Todo esto lo hemos ido atravesando en el tiempo y en la distancia que nos ha separado un cuarto de siglo, que se dice pronto. Silvia ha sido estos años en mi mente un vago recuerdo, una niña de doce o trece años, buena, dulce y amiga a ratos. Yo, no sé, quizá ni eso pues es una desmemoriada terrible. Ya me lo advirtió nuestra amiga común Imma Vicent y ciertamente lo he ido comprobando. Silvia es enfermera en Barcelona, yo soy periodistilla de pueblo, en Granada. Nada nos unía salvo un vago recuerdo mío y que compartimos siete hermosos años de nuestras vidas en clase.

Durante todos estos años he recordado, como ya he dicho en varias ocasiones, algunos nombres. Luego he ido sumando el resto y de todos, salvo de dos o tres, guardo algún recuerdo. Siempre he tenido el deseo de volver a saber de todos ellos pero nunca me detuve a buscarlos. Anoche le decía a Silvia que estuve muy ocupado construyendo mi proyecto de vida. Trabajé en un secadero de jamones, deshuesando, estuve en el CCC, repartiendo y vendiendo libros, trabajé en Radio Estilo y la COPE, trabajé en una heladería de camarero, vendí ropa por toda la provincia de Granada, fui comercial de publicidad, trabajé en las tres teles que ha habido en Maracena, en Telenieve, en Mira Televisión, colaboré cuatro años con Canal Sur, he retransmitido más de 600 partidos de fútbol, he ido a rallyes, partidos ACB, Copas del Rey de básket dos, mundiales de Esquí, he sido plumilla de mi radio, ahora soy el director, he escrito en ABC y Granada Hoy, he creado un periódico local que se vino al traste, he estudiado Historia ya de mayor, he sido Jefe de Prensa de un Club de División de Honor de Tenis de Mesa, no he parado. No he tenido tiempo nada más que de trabajar. Pero siempre esos nombres, Sergi, Francesc, Silvia, Juan Carlos, Mari Ángeles y pocos más, se han mantenido vivos en mi recuerdo.

Ahora 25 años después los encuentro y me topo con Silvia. Como decía al principio, nada nos unía. Pero lo más curioso de esto es que hemos encontrado una confianza y una complicidad que no tenemos, al menos yo, con otras personas más cercanas. Y que gusto da saber que has encontrado a un amigo, en este caso una amiga. Una persona que te cuenta sus cosas, a la que atiendes con interés sincero, que te presta atención, que se preocupa de verdad. Qué placer charlar con alguien, charlar con la única intención de charlar. Desahogo placentero. Diversión a hurtadillas, para no perturbar el orden de casa, pero … gaudium est.
Ahora sé que tengo tres amigos más, Sergi: que se ha convertido en algo muy grande para mí; Imma: que me hizo llorar de alegría como nadie lo había hecho nunca; y Silvia: que ha depositado en mí una confianza que me llena de orgullo. Hay un cuarto, Francesc, que está “liado” pero que pronto se pondrá al día con nosotros.

Espero que Silvia se fuera anoche a descansar un poco mejor, pensando en los ratos tan buenos que nos quedan por vivir, en lo placentero que es pensar que alguien, muy lejos, se acuerda de ti. Yo estoy seguro que ya no soy un puntito lejano en su mente, y eso me anima a seguir cultivando la amistad de quienes aprecio, de mis familiares, amigos y compañeros. Le decía anoche a Silvia que ser buena persona es lo principal, el bien siempre te vuelve, triunfa. Yo no soy desinteresado, procuro hacer el bien, pero por que espero que me pasen cosas buenas y Silvia es una de esas cosas.

No hay comentarios: